El sano desarrollo de los niños y jóvenes es algo que depende del ejemplo que les demos como adultos que somos, siendo cercanos a ellos, comunicándonos y conociendolos para así poder saber que les afecta y con la ayuda de profesionales en salud escolar, poder responder de manera efectiva para evitar que sufran problemas de aprendizaje que influyan de manera negativa en su sano desarrollo madurativo.

 

"Recuerda que una infancia llena de alegría siembra unos grandes cimientos para que un niño sea un adulto sano y feliz en el futuro."

 

Un constante acompañamiento a lo largo de la vida del niño, nos permitirá reconocer cada proceso madurativo, para así ayudarle con las herramientas correctas de la mano de el médico escolar y también de sus maestros.