Uno a veces se pregunta qué fue lo que me enseñaron en la universidad, porque a lo mejor las universidades me atrevería yo a pensar, podrían ser sitios para aprender a formular lo que la industria farmacéutica quiere que formulemos. Pero, ¿De verdad salimos nosotros entendiendo la fisiopatología? Yo nunca me olvidaré de mi profesor de cirugía, el Dr. Arturo Adrada cuando nos decía que sólo si sabíamos fisiopatología, sabíamos y podríamos ser buenos médicos. Por eso vamos a hacer la conclusión para mirar toda esta relación entre inflamación y resistencia a la insulina, y por lo tanto entender, por dónde tiene que ser el verdadero camino de la prevención y de la intervención a nuestros pacientes. La resistencia a la insulina es un defecto metabólico complejo, ya que tiene varias etiologías dependientes de distintas formas de estado fisiopatológico, por lo tanto no hay un solo camino para llegar a la resistencia a la insulina, hay muchos caminos para llegar a ella.

 

La idea es poder escoger la dieta más adecuada, que evite que estos pacientes produzcan resistencia a la insulina, que como sabemos es el punto de base en la enfermedad que hoy conocemos como metabolismo.