El grupo de los Antituberculosos se caracterizan precisamente por ser medicamentos que se emplean durante periodos largos de tiempo y que por consiguiente pueden tener el riesgo de interferencia nutricional. Empezaremos con la Pirazinamida, que es un antibiótico usado en el tratamiento de la tuberculosis, el cual tiene características fundamentalmente bacteriostáticas.

 

La Rifampicina puede generar interferencia de la vitamina D, ya que hay un aumento del metabolismo hepático de dicha vitamina.