En las manifestaciones clínicas prototípicas encontramos autointoxicación y encefalopatía y ante esto todavía es incomprensible como el área médica no formula a sus pacientes probióticos o prebióticos como reguladores del microbioma que ayuden al control de estas manifestaciones.

 

Detrás de los grandes problemas hepáticos, la microbiota juega un papel determinante.