Sigamos escudriñando en la historia para entender de dónde salieron los paradigmas que determinan el quehacer médico, y miremos un poco a Louis Pasteur para entender que hay una historia no contada.
Declararle la guerra al enemigo equivocado históricamente tuvo coherencia ya que hubo una época en donde el mundo se enfrento a grandes plagas que provenían de los gérmenes y por lo tanto eliminarlos se veía como la solución más razonable para combatir estas enfermedades catastróficas.
Para cualquier colega que está introduciéndose al concepto de la medicina integrativa, es importante conocer los fundamentos de la llamada medicina biológica. Pero lógicamente esto implica la importancia de cambios de paradigmas que hasta el día de hoy ha podido ser el determinante de su práctica médica.
En este punto tenemos que darnos cuenta que tal vez hemos venido matando al enemigo equivocado. Y es que tenemos que darnos cuenta que matando bacterias, controlando el colesterol o a través de fármacos no estamos mejorando el estado de salud de los pacientes.
Encontramos aquí otro factor etiopatogénico al cual no se le había prestado atención o simplemente no lo habíamos entendido, para comprender el por qué se dan respuestas inflamatorias alérgicas o respuestas inflamatorias persistentes en mucosas.
¿Será entonces que nos enfrentamos a un fenómeno común en el síndrome inflamatorio de las mucosas? Analicemos lo que hasta el momento se conoce sobre la comunicación neuroinmunoendocrina, recuerden como la psiconeuroinmunoendocrinología ha representado una explicación desde la ciencia para entender el concepto holístico del organismo humano.
Lo importante aquí es que al hacer la revisión de reportes de bibliografía, nos encontramos que evidentemente muchos investigadores han visto estas correlaciones. El punto distinto desde la mirada de la medicina biológica y de la mirada de la medicina integrativa es que nosotros entonces empezamos a mirar el síndrome global de mucosas como un fenómeno general.
Necesitamos entonces entrar a analizar, entrar a comprender cómo es la presentación clínica del síndrome de sufrimiento de las mucosas. Hace muchos años una serie de investigadores presentaron un excelente trabajo en el cual mostraban como prácticamente en todas las enfermedades crónicas y degenerativas existía la permeabilidad intestinal anormal.
La visión holística, la mirada integral del paciente entendiéndolo no como órganos ni sistemas separados, sino como una unidad global que trabaja integrada, nos permite entonces comprender el llamado síndrome de sufrimiento de mucosas, la cuales una clara relación que existe entre todas las mucosas del cuerpo.
Hoy en día existen numerosos estudios sobre el papel que juega la nutrición en la prevención y o promoción del cáncer de mama. El efecto protector de frutas y verduras ha jugado siempre un papel fundamental para esta patología, así como el pescado.
No podríamos dejar a un lado en este importantísimo tema de nutrición y cáncer de mama a los lácteos y sus derivados, sabemos por ejemplo que las alergias e intolerancias láctea son básicamente un problema de genético.
El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo al cáncer de mama. El hígado, por acción del alcohol, modifica su normal funcionamiento y si esto sucede puede terminar en lo que se conoce como dominancia estrogénica.
El siguiente grupo de alimentos que necesitamos valorar son los carbohidratos, pero particularmente los carbohidratos refinados por el papel que ellos pueden jugar o tener en la Génesis del cáncer de mama.
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