Indudablemente debemos ver qué acción vamos a tener frente a la leucocitosis intestinal, comprendemos y sabemos que es un fenómeno real que ocurre frente al consumo de alimentos manipulados, procesados, alterados, alimentos muertos. Tenemos que ser conscientes de que pretender que el paciente jamás se coma un pedazo de pizza, o nunca se tome una gaseosa en el mundo actual es prácticamente imposible, pero sí llamamos la atención de qué cuidados debemos tener para evitar el impacto negativo de los alimentos muertos, eso ya sería una forma de medicina preventiva. Por consiguiente hay que permanecer la mayoría del tiempo con los alimentos de las categorías 1 y 2.

 

La idea sería reeducar a nuestro paciente hacia comidas sanas, comidas vivas, comidas con enzimas naturales y eventualmente consumir algún alimento muerto pero siempre acompañado de platos abundantes de comida rica.