En esta serie vamos a tratar uno de los temas de mayor trascendencia en la medicina cómo es la capacidad de los alimentos de producir estrés inmunológico, por desgracia esta temática no es de conocimiento general por parte de los médicos, debido sin lugar a dudas a la deficiencia en la información que se nos entrega en las facultades de medicina con respecto a la alimentación, la prevención y el riesgo de enfermedad. Veremos entonces que hablamos de alimentos muertos cuando nos referimos a unos que tienen las siguientes características: carecen de enzimas vivas, lo que lleva a una digestión incompleta y favorecen la descomposición, una descomposición que puede incluir exceso de fermentación. Pero ante todo, los mecanismos de descomposición intestinal que favorezcan como son el indol, escatol, mercaptano, triptófano, etc., por nombrar algunos de los factores de descomposición de proteínas, permitirá o llevará a lo que veremos es un factor determinante para la llamada autointoxicación intestinal.

 

Alimentos vivos o alimentos muertos, en esta diferencia puede erradicar que nuestro sistema inmunitario funcione adecuadamente o, por lo contrario, se vaya generando la posibilidad de la aparición de enfermedades crónicas y por qué no, enfermedades degenerativas.